El proceso de paz con la comida

Hacer las paces con la comida significa dejar de tener alimentos prohibidos y permitir todo tipo de comida en tu alimentación.

Una vez que te permitís comer lo que querás te das cuenta que ya no sentís esa intensidad de querer comer. También, tu decisión por chocolate o una manzana tienen el mismo valor emocional y no definen tu moral.

¿Cómo hago para permitir mis alimentos prohibidos? 

La manera más efectiva de hacer las paces es empezar a comer esos alimentos prohibidos. Te darás cuenta que los podés manejar y que no tienen ningún poder sobre vos o “tu fuerza de voluntad.”

Legalizar los alimentos es un paso esencial para mejorar tu relación con la comida. Si no estás convencido que te podés comer de todo, entonces te sentís privado y eventualmente los comés en exceso. PERO si sabés que toda comida está permitida, día tras día, esos alimentos prohibidos pierden su poder. 

¿Qué pasa si no puedo parar de comer?

Al principio te puede preocupar que no vas a poder parar de comer el alimento prohibido. Acordate que al permitir los alimentos, la urgencia de comer los alimentos prohibidos disminuye. 

La única manera de saber si vas a ser capaz de parar de comer es pasar por la experiencia de comer los alimentos prohibidos.  

Permiso a medias: lo he intentado antes.

Varias personas dicen que aunque se permitieron comer algún alimento prohibido, igualmente comieron en exceso y se sintieron fuera de control.

Sin embargo, estas personas nunca se dieron permiso incondicional, sino solo permiso a medias. Se comían los alimentos prohibidos con un sentimiento de que estaban rompiendo las reglas temporalmente o tenían una voz en la cabeza que decía “no deberías estar comiendo esto.”

“No voy a comer saludable si tengo me doy permiso a comer de todo”

Cuando las personas se dan permiso incondicional, libre elección y acceso a una gran variedad de alimentos, tienden a balancear su ingesta a principalmente alimentos nutritivos y alimentos que disfrutan. 

¿Me estás diciendo que puedo comer lo que sea, en las cantidades que yo quiera y cuando me da la gana?

Si pero no. Esta percepción distorsiona la alimentación intuitiva. Hacer las paces con la comida te ayuda a llevar una alimentación balanceada, a comer de todo en la cantidad que tu cuerpo necesita y te satisface, y a confiar en tus elecciones de comida sin culpa ni prohibiciones.

Sin embargo, si no tenés en cuenta tu hambre y saciedad te puede causar discomfort físico y no es lo que buscamos.

5 pasos para hacer las paces con la comida 

  1. Haz una lista de tus alimentos favoritos.

  2. Poné un check al lado de los alimentos que comés y una X a esos alimentos que restringís. 

  3. Date permiso incondicional de comer un alimento de los que prohibís que están en tu lista y andá a comprarlo.

  4. Sentate en paz con ese alimento sin distracciones. Disfrutá el primer bocado y analizá conscientemente los diferentes sabores y texturas. Si sabe tan rico como te lo imaginabas, entonces date permiso de comprar o tener ese alimento las veces que querás. 

  5. Date permiso incondicional de tener ese alimento en la casa, así sabes que va a estar ahí cuando lo querás. Si esto te da nervios, entonces podés ir al restaurante o supermercado las veces que querás por ese alimento.

Vas a notar que el alimento va perdiendo el poder sobre vos y vas a poder disfrutarlos sin comer en exceso.

Referencia

  • Tribole, Evelyn . Intuitive Eating, 4th Edition. St. Martin's Publishing Group.

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